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Información

Como es nuestra costumbre, cuando se trata de reflexionar sobre un vocablo, recurrimos al menos al Diccionario de la Real Academia Española. La palabra de la editorial de hoy es Información, del latín informatio, -onis. O:
1. f. Acción y efecto de informar.
2. f. Oficina donde se informa sobre algo.
3. f. Averiguación jurídica y legal de un hecho o delito.
4. f. Pruebas que se hacen de la calidad y circunstancias necesarias en una persona para un empleo u honor.
5. f. Comunicación o adquisición de conocimientos que permiten ampliar o precisar los que se poseen sobre una materia determinada.
6. f. Conocimientos así comunicados o adquiridos.
7. f. La que, por referirse a hechos o circunstancias que otros desconocen, puede generar ventajas a quien dispone de ella.

Una sociedad libre, tiene derecho a la información y el derecho a ser instruido y capacitado para manejarla. Es decir, en una sociedad de libres, se debe alfabetizar para poder leer la información y discernir. Como ciudadanos tenemos además la obligación de exigir información sobre todo aquello que directa o indirectamente por su ausencia pueda lesionar nuestros derechos.

Comportarnos con displicencia frente a la información o hacer mal uso de ella. Utilizarla en beneficio propio y no en pos del bien común atenta contra lo más medular de las instituciones democráticas, el estado de derecho.

En ciencia por ejemplo, compartir, difundir y dar a conocer son componentes y objetivos fundamentales de la actividad científica. Hasta aquí con mas o menos vicios, en ciencia se ha podido detectar al que esconde la información, la falsea o la administra en forma espuria.

Durante los últimos días se ha puesto en tela de juicio que en nuestra Universidad la información no se distribuye en forma libre y desinteresada. Se ha dicho que tal o cual autoridad o el Gremio Docente falsean la información. Se ha dicho que se falta a la verdad respecto de un tema u otro.

Queremos decir que no alcanza con Boletines, Revistas y Digestos como remedio para la desinformación, se necesita una conducta transparente que no signifique sólo colgar textos de la web. Mientras docentes, no docentes, investigadores, ciudadanos vean pasar la información que solicitan frente a sus narices, seremos mendigos de información y el que hace alarde de poseer dicha información y guardarla para si, un latifundista del conocimiento. Camino equivocado para construir una comunidad libre y crítica. Tal vez sea esto una comunidad libre y crítica lo que el latifundista no quiere.

Esto es La Búsqueda
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Antonio Mangione