amangion@inter1
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Publicado: Lun Dic 29, 2003 1:26 pm Asunto: Carta al Pres. Kirchner - Situaci?n actual SECYT y otros |
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Me llego esto tal vez quieran firmar, mandando un email a
"Eduardo R. Saguier" <saguiere@ssdnet.com.ar>
Sr. Presidente de la Rep?blica
Dr. N?stor Kirchner
Ref.: Sobornos y Fraudes en la ciencia y la universidad Argentinas.
Por una Reforma Intelectual y Moral.
De nuestra consideraci?n:
Con relaci?n al cr?tico estado de la investigaci?n cient?fica y de la
educaci?n superior en Argentina cumplimos en dirigirnos a Vd. con el
prop?sito de ponerlo al tanto del desempe?o de sus actuales autoridades as?
como para elevarle una propuesta de reforma intelectual y moral. Desde la
asunci?n de dichas autoridades no se ha observado el dise?o de una pol?tica
de estado ni mejora alguna vinculada con la retrasada infraestructura
cient?fica y cultural del pa?s, la transparencia de los concursos de c?tedra
y la democratizaci?n de los claustros universitarios. M?s a?n, ante
requerimientos puntuales, el actual Ministro de Educaci?n Lic. Daniel Filmus
justific? p?blicamente los devaluados concursos de c?tedra aduciendo con
indiferencia desconocer alternativa institucional alguna (Pol-Cien,
9-VI-2003); y el Presidente de la Agencia Nacional para la Producci?n
Cient?fica y Tecnol?gica (ANPCYT), dependiente de la Secretar?a de Ciencia y
T?cnica de la Naci?n (SECYT), Dr. Lino Bara?ao, manifest? carecer de
responsabilidad alguna respecto a dicha infraestructura cient?fica
(Pol-Cien, 24-X-2003). Posteriormente, cuando se le solicit? al Dr. Bara?ao
que suspendiera el llamado para el otorgamiento de subsidios de
investigaci?n --semejantes a sobornos para mantener agradecida, callada y
dividida a la comunidad cient?fica-- el mencionado funcionario hizo o?dos
sordos al justo reclamo.
En otras palabras, los funcionarios del Ministerio de Educaci?n, la SECYT,
la CONEAU y la Secretar?a de Cultura de la Naci?n, no se han hecho cargo ni
est?n a la altura de la nueva etapa que Vd. est? intentando inaugurar en el
pa?s, siguen resignados a la inercia de una corrupci?n cr?nica, y persisten
impert?rritos en la tarea de continuar con el statu quo, de perpetuar
abandonada una infraestructura cient?fica y universitaria por dem?s
raqu?tica, y de beneficiar a sus camarillas clientes o aliadas, c?mplices en
el silencio de dicho abandono. Debido a ello, la mayor?a de la comunidad
docente y cient?fica del pa?s va a seguir languideciendo en la humillaci?n
patr?n-clientelar, en la discriminaci?n sectaria y disciplinar, en el acoso
o abuso de poder acad?mico-moral y en la penuria electr?nica y bibliogr?fica
m?s deprimentes. Ni siquiera una sola instituci?n cient?fica garantiza hoy
en d?a para sus cuadros y miembros cient?ficos el dise?o y hospedaje de los
sitios y portales electr?nicos m?s elementales; ni biblioteca p?blica y/o
universitaria alguna asegura la existencia de las colecciones bibliogr?ficas
de las editoriales en lengua hispana m?s relevantes (Alianza, Paid?s, Fondo
de Cultura Econ?mica, Gedisa, etc.). De nada va a servir entonces que se
constituyan jurados de c?tedra y se subsidie a grupos de cientificos y
docentes pues ello equivaldr?a a echar escasos y valiosos recursos en una
suerte de agujero negro. Si el Ministerio de Educaci?n, la SECYT, el ANPCYT,
la CONEAU y la Secretar?a de Cultura de la Naci?n se echan el sayo
mutuamente y pueden alegar que las responsabilidades mencionadas les son
totalmente ajenas por carecer de una pol?tica com?n, en ese caso tememos Sr.
Presidente, que su gesti?n en materia cultural, cient?fica y educativa habr?
de caer en la frustraci?n y el fracaso m?s estrepitosos, y que el n?mero de
la deserci?n estudiantil y la calidad de los cient?ficos y graduados
marginados y expatriados se multiplicar? geom?tricamente.
Sr. Presidente, un pa?s atrasado y dependiente que anhele seriamente
emanciparse de la tutela imperial y cultural del denominado Primer Mundo no
solo debe aspirar a desarrollar una econom?a moderna, con altos ?ndices de
productividad y circulaci?n de los factores de producci?n y altos niveles de
consumo; una sociedad moderna con crecidos ?ndicadores de integraci?n y
movilidad social y geogr?fica; y una pol?tica moderna, con elevadas cuotas
de participaci?n ciudadana; sino tambi?n debe tomar conciencia de la
necesidad de construir como clave de b?veda de su pol?tica de estado una
nueva cultura moderna, que no se agote en altos ?ndices de alfabetismo, sino
que intente formar masivos cuerpos de investigadores y docentes, con
elevadas tasas de circulaci?n horizontal, tanto geogr?fica como disciplinar.
Sin embargo, la absoluta mayor?a de las instituciones acad?micas y del
cuerpo docente regular (concursado) de nuestras universidades nacionales
yace en la actualidad parapetado corporativa, burocr?tica y
monopol?sticamente detr?s de sus casamatas de sinecuras y prebendas,
impidiendo la regularizaci?n de las c?tedras interinas y cerrando el paso a
nuevos aspirantes a la docencia. La pregonada regularizaci?n de dichas
c?tedras interinas y la democratizaci?n de los claustros docentes de las
facultades --p?blicamente exigidas por la presente gesti?n de la Secretar?a
de Pol?ticas Universitarias-- se la viene eludiendo y disimulando con
concursos fraudulentos que operan bajo una suerte de piloto autom?tico
trucho. Los concursos de c?tedras en las universidades nacionales y sus
respectivos jurados siguen seriamente devaluados y tenidos vulgarmente como
fraudes o curros en la opini?n general de los claustros, por cuanto dichos
jurados llegan impunemente con el naipe marcado y han venido siendo
crecientemente digitados por las camarillas locales, dominantes en las
Juntas Departamentales y en los Consejos Directivos y Superiores de
Facultades y Universidades.
Por otro lado, el nuevo llamado para el otorgamiento de subsidios de
investigaci?n por parte de la ANPCYT --concretado en medio de salarios del
CONICET prolongadamente congelados y de absoluta inferioridad con respecto a
los salarios del Poder Judicial y otras reparticiones p?blicas-- viola
abiertamente las aspiraciones arriba mencionadas y est? por el contrario
condicionado por una compulsi?n rutinaria para distribuir fondos l?quidos en
tre los escasos beneficiarios de los concursos de c?tedra y entre las ramas
cl?sicas o tradicionales del conocimiento, y para abusar oportun?sticamente
de la cruel necesidad de recursos por parte de la gran mayor?a de los
investigadores, y enmudecer as? a la comunidad cient?fica con un reparto
desigual e irracional de dichos fondos nacionales. M?s grave y decisorio
a?n, dicho llamado o concurso no est? gu?ado ni dirigido por un programado
plan de desarrollo de la ciencia y del conocimiento cient?fico, que est?
enmarcado en una pol?tica de estado que oriente tanto los preceptos
epistemol?gicos centrales como los criterios y prioridades en la asignaci?n
de fondos, en la elecci?n y distribuci?n de las ?reas de conocimiento, en la
selecci?n de los miembros del Directorio del ANPCYT y de sus respectivos
Coordinadores de ?rea, en la rendici?n de sus cuentas, y en los mecanismos
de selecci?n y seguimiento de los beneficiarios de sus programas de
subsidios.
Como las redes de poder disciplinarias y cient?ficas por especialidades
exceden hoy el ?mbito de una sola universidad, alcanzando una escala
nacional y hasta tambi?n internacional, las conducciones de la SECYT, la
CONEAU, la Secretar?a de Pol?ticas Universitarias y la Secretar?a de Cultura
de la Naci?n no han privilegiado en sus pol?ticas, planes y programas la
formulaci?n de estrategias y mecanismos que ayuden a comprender las
interacciones transdisciplinarias, que combatan --tal como lo preconiza el
fil?sofo del pensamiento complejo Edgar Morin-- la "corporativizaci?n de los
saberes", y el culto a las inteligencias parceladas y compartimentadas, a
los pensamientos unidimensionales, mutilantes y fragmentarios, y a las
metodolog?as mecanicistas y reduccionistas, y se pueda as? desarticular la
participaci?n perversa de dichas redes de poder profesional-disciplinarias.
Y tampoco, la conducci?n de la Secretar?a de Pol?ticas Universitarias
dependiente del Ministerio de Educaci?n ha contemplado jerarquizar los
devaluados concursos de c?tedra proponiendo para ello nacionalizar sus
convocatorias mediante la constituci?n de un Tribunal Acad?mico Permanente,
con jurisdicci?n en todo el pa?s, sujeto a las recomendaciones de un Consejo
Interuniversitario Nacional (CIN), cuyas comisiones fueren integradas
proporcionalmente a la matr?cula, y supervisadas por una comisi?n
parlamentaria nacional.
Con relaci?n a los subsidios de investigaci?n arriba mencionados, las
reglamentaciones del ANPCYT --que figuran en el sitio electr?nico
respectivo-- nada dicen respecto a los l?mites en el n?mero y reiteraci?n de
las presentaciones y en los montos asignados. Han existido los mismos
beneficiarios en llamados consecutivos y una extrema desigualdad en los
montos distribu?dos. Tampoco prev?e el ANPCYT ninguna posibilidad para el
investigador del CONICET marginado y exclu?do por las camarillas acad?micas
que no se ha podido insertar en los ?mbitos universitarios p?blicos o
privados. Se ha instaurado en el seno de la comunidad cient?fica una nueva
estratificaci?n acad?mica entre aquellos investigadores del CONICET que
acceden privilegiadamente a las c?tedras y por consiguiente a subsidios,
incentivos, premios y vi?ticos, y aquellos investigadores "parias" que no
acceden ni a unas ni a otros. Asimismo, los formularios del ANPCYT estan
regidos por fechas y plazos de apertura y cierre compulsivos as? como por
irrisorios l?mites de edad para la designaci?n de los integrantes de los
equipos de investigaci?n a subsidiar y de montos l?mites en las diferentes
asignaciones presupuestarias, cuando por la enormidad de las cifras a
distribuir debiera existir tambi?n un Tribunal Acad?mico Permanente o
Consejo Acad?mico Nacional, democr?ticamente elegido, de naturaleza inter y
transdisciplinaria, que juzgara la calidad de los proyectos as? como la de
los concursantes. Se establece que los Coordinadores de ?rea deben ser
"investigadores activos destacados por su comportamiento ?tico", pero nada
se dice respecto de los mecanismos de su designaci?n ni tampoco bajo cu?les
criterios cient?ficos se eligen y delimitan las ?reas de conocimiento a
subsidiar y c?mo se nombran los miembros del Directorio.
En cuanto a las formas y mecanismos evaluatorios, la misi?n de los
Coordinadores de ?rea elegidos por el Directorio del ANPCYT consiste en
"...elegir con la asistencia de dos especialistas tambi?n designados por el
Directorio, los "pares" que tendr?n a su cargo la evaluaci?n de la calidad
de los proyectos". La circunstancia real es que dichos "pares", a designar
para cada proyecto de investigaci?n, son extra?dos sin sorteo ni mecanismo
imparcial alguno, del seno de Bancos de Datos previamente constituidos
mediante abusivos listados que no discriminan por especialidades, y que en
el caso de las Ciencias Sociales y Humanidades alcanza un repertorio de un
millar y medio (1500) de integrantes. Al parecer no existe norma alguna al
respecto, y como es humanamente imposible que Coordinador o especialista
retenga en su memoria el incre?ble listado de un millar y medio de pares
evaluadores, la verdadera pero oculta selecci?n de dichos pares estar?a
librada al mero y caprichoso arbitrio de los Coordinadores de cada ?rea y
circunscripta en ?ltima instancia a un peque?o n?mero de pares allegados,
los cuales primero se distribuir?an entre s? los proyectos de sus conocidos,
clientes o afines para luego dejar librado la mayor?a de los proyectos a un
riguroso y canibalesco escrutinio. Exclu?do el sorteo, como verdadero
mecanismo neutral de selecci?n de los pares evaluadores, tenemos entendido
sin embargo que en otros organismos semejantes, como es el caso de UBACYT,
existen normas no escritas pero mutuamente consensuadas por las cuales no se
acepta que los proyectos presentados sean evaluados por los mismos
profesores de la UBA.
Por ?ltimo, entendemos que las responsabilidades del Ministro de Educaci?n,
del Presidente y el Directorio del ANPCYT, del Consejo Interuniversitario
Nacional (CIN), de la CONEAU, de la Secretar?a de Cultura de la Naci?n y de
los Jurados de c?tedras, as? como la relevancia de la inmensa masa de dinero
a distribuir, de vacantes nacionales a cubrir, y de licencias y
autorizaciones a otorgar, requieren por parte de dichas autoridades la
prudente e imperiosa necesidad de convocar a un debate abierto y democr?tico
entre todos los investigadores y docentes universitarios del pa?s a los
efectos de suscribir un nuevo y transparente compromiso con la ciencia, la
investigaci?n y la docencia superior.
Apelamos as? a la voluntad de cambio, p?blica y manifiestamente prometida
por Vd, para que el Poder Ejecutivo Nacional tome cartas en esta asignatura
largamente pendiente y se geste definitivamente en todas las esferas y
?mbitos acad?micos, cient?ficos y universitarios, una profunda reforma
intelectual y moral.
Cordialmente,
Beatriz Garc?a Ovidio N??ez
Le?n Rozitchner
Astr?noma-CONICET Bi?logo-UBA Soci?logo-UBA
Eduardo R. Saguier Marcela Sangorr?n
Historiador-CONICET Bi?loga-CONICET
saguiere@ssdnet.com.ar
cc.: Ministro de Educaci?n Lic. Daniel Filmus
Secretario de Ciencia y T?cnica Dr. Atilio del Bono |
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