Forum UNSL

[rsanz@inter1]

Que el mundo fue y ser? una porquer?a ... ya lo sabemos.
Sin embargo creo absolutamente necesario contextualizar y develar las distintas formas por la que nuestros mundos (aquellos en los que vivimos e interactuamos, y que conforman el eje de nuestra existencia) adoptan modos poco propicios para vivir felices.
M?s all? de algunas disquisiciones y cuestionamientos filos?ficos al respecto, hay un estrech?simo v?nculo entre felicidad y libertad. Es decir, es dif?cil alcazar la condici?n de seres humanos felices -a?n hablando de la felicidad en peque?as dosis- sin una considerable cuota de libertad.
Para dejar ya las cuestiones te?ricas (a?n cuando son necesarias para entender un poco lo que nos pasa) y enrostrar directamente la realidad que nos circunda, la pregunta es: en tanto ciudadanos del Estado Universidad Nacional de San Luis, ?somos libres, y por lo tanto existen las condiciones b?sicas de posibilidad para nuestra felicidad?
Ser libre se dice en distinto sentido (para usar la f?rmula aristot?lica) y por lo tanto, tambi?n dejamos de serlo de distintas formas y en diversos sentidos.
Sostengo que en nuestra UNSL est? vigente una forma, muy actual por cierto, de no libertad, que dicho sea de paso, implica una lesi?n de nuestros derechos ciudadanos. Me estoy refiriendo a la CARENCIA DE INFORMACI?N, ENTI?NDASE, LA FALTA DE INFORMACI?N COMPLETA, CLARA Y UNIVERSALMENTE DISTRIBUIDA: si no estamos informados no podemos decidir (o decidimos sin conformidad a la realidad), si no podemos decidir no podemos actuar, y si no podemos actuar no somos libres.
Tras el velo de una sociedad de la informaci?n (si hay en San Luis una instituci?n informatizada es la nuestra) funciona una "sociedad de la desinformaci?n" (idea que tomo de Eduardo Galeano) o lo que es peor, una sociedad de la "informaci?n a medias" (peor porque es m?s dif?cil hacerla conciente institucionalmente).
Esto qued? manifiesto en la ?ltima sesi?n del Consejo Superior. En definitiva, poco sabemos, poco conocemos, estamos informados poco -incluso los mismos consejeros- de cuestiones tan b?sicas como las referidas al personal (por ejemplo a qu? partida corresponde los contratos de personal no docente), al detalle exacto de los ?tems del presupuesto aprobado, de los d?ficit o no por los que atraviesa cada facultad, de la previsi?n para nuevos cargos, etc, etc.
?Ser?a posible que esto cambiara? Desde el punto de vista t?cnol?gico creo que s?. Informatizar el movimiento del personal y del uso de los dineros p?blicos, creo que ser?a relativamente sencillo de hacer (por nuestras condiciones materiales).
Sin embargo, para decirlo con Pascal, "el coraz?n tiene razones que la raz?n no comprende"; para decirlo todo, nos estamos refiriendo al "coraz?n" de nuestros gobernantes y a nuestra "raz?n" ciudadana.
Como ciudadanos de la UNSL, ?ser?amos m?s felices si estuvieramos mejor informados de las decisiones gubernamentales que nos implican a todos?, ?ser?amos m?s felices si fueramos m?s libres?. Creo que s?.
Ram?n Sanz Ferramola, Docente FCH.
San Luis, 10 de marzo de 2005. 14 hs.

[amangion@inter1]

Menos filos?fico por que no soy fil?sofo, aventuro un futuro de menos informaci?n de la que disponemos hoy, basicamente volver atr?s para quien desinforma o informa con cuenta gotas (que es lo mismo), significa irremediablemente mentir. Nadie se desdice as? por que s?, menos la coorporaci?n que lo hace, es decir todos sus integrantes o al menos los dos tercios, digo nadie se desdice en esta situaci?n, por que la acci?n deliberada de dejar perder la informaci?n o desinformar en forma expresa y deliberada, se origin? en intereses compartidos por una minor?a con acceso a esa informaci?n. Dichos intereses pueden ser poder, fondos, partidas, control, votos, entre otras formas.

Pero no todo est? perdido, la verdad posee una fuerza tremenda, se filtra por los poros, agujeros, se escurre por las hilachas de los desprolijos, sale de las axilas de quienes levantan la mano sin pensar nada m?s que en sus propios intereses. Es cuesti?n de tiempo, para que la mentira con sus patas cortas, sus pies de empanada, chicos y rechonchos, pierda el equilibrio y caiga delante de todos. Es cuesti?n de tiempo para que poco a poco la avalancha de desinformaci?n de lugar a ciudadanos sedientos de ella y reclam?ndola.

Mientras tanto no hay que ser ingenuos, podemos seguir pensando que la dirigencia de cualquier instituci?n defender? mis derechos y cuidar? que no sean soslayados (la historia muestra otra cosa), o podemos comportarnos como verdaderos ciudadanos, responsables, deseosos de verdad, curiosos indagadores de la realidad, respetuosos, cr?ticos, defensores de nuestros derechos y por sobre todo criteriosos a la hora de cuestionar la autoridad.

Da la impresi?n que cuando se trata de un Diputado, un Consejal o el Presidente de turno, nos resulta f?cil cuestionar a la autoridad, cuando por el contrario tenemos cerca a la autoridad, parece no importar si se nos esconde la informaci?n, si se nos desinforma o tergiversa el mensaje. No nos importa o soportamos desde vaya a saber que lugar tan c?modo que disfrutamos como docentes universitarios, que nos metan la mano en el bolsillo, que nos revuelvan con el dedo las ideas, que nos paren en el pasillo y nos den un serm?n sobre c?mo comportarnos.

Entre las formas de ?no libertad? identificadas por Ram?n Sanz , hay formas de libertad, una de ellas, ni m?s ni menos es la defensa organizada de sus derechos.

Antonio Mangione
Docente FQByF
Universidad Nacional de San Luis